1. Combinando clases en vivo con clases grabadas
De todas las opciones que voy a comentarles hoy, ésta es la más popular. Consiste en elaborar un curso que contenga varias clases, algunas de ellas serán grabadas para que el estudiante pueda verlas a su conveniencia dentro de la flexibilidad que ofrezca el instructor; y otras serán impartidas en vivo mediante la funcionalidad de videoconferencia que ofrece la plataforma.
Las ventajas de este tipo de formato son muchas. Las clases grabadas le dan al estudiante la posibilidad de ver esas unidades en el horario de su conveniencia, además de que puede verlas varias veces para asegurarse de que ha captado todo lo que el instructor o coach ha querido compartir en esa unidad. Por otro lado, las sesiones en vivo con el coach, a través de la videoconferencia, permite una interacción más cercana entre el coach y sus estudiantes, y, adicionalmente, le permite al coach promover actividades en las que pueden participar varios de los estudiantes. Ellos pueden emitir opiniones y debatir, de modo que se puede enriquecer mucho la experiencia cuando se establece un contacto directo con el coach y los demás integrantes de la clase.
La combinación de cuántas clases deben ser pregrabadas y cuántas serán en vivo, es una decisión del coach y de las exigencias de la temática que se esté tratando. Algunos temas requerirán más interacción en vivo que otros, y, otras podrán explicarse mejor si hay más material grabado.
La dinámica de este formato es la más popular y ofrece un gran flexibilidad para coach y sus estudiantes.
2. Creando un curso pregrabado y haciendo evaluaciones en vivo
Esta es una modalidad muy interesante porque combina la flexibilidad de las sesiones pregrabadas, en las que el estudiante puede tomar las clases en el momento del día que más le convenga, con una interacción directa con el coach destinada a evaluar los avances obtenidos y la fijación de conocimientos en el estudiante.
Hay contenidos que se explican mejor si están grabados, especialmente porque son el tipo de conocimiento que requiere más concentración por parte del estudiante, quien, eventualmente, querrá repetir una parte de la lección, verla lentamente, deteniendo el video para tomar notas o revisar el material de apoyo impreso, buscar algunas otras referencias en internet o cosas así.
En esos casos, lo idea es entregar todo el material pregrabado y reservar la interacción en vivo para evaluar. Allí el coach tendrá la oportunidad de conversar con todos los integrantes de la clase y diseñar un formato de evaluación que aproveche esa interactividad.
3. Entregando sesiones mixtas
En este formato todas las sesiones tienen una parte en vivo y una parte grabada. Por lo general van en ese orden, primero la sesión en vivo y luego la sesión grabada. Al colocar la sesión en vivo al principio, el coach asegura de que podrá disponer de la presencia de todos sus alumnos a la misma hora, de forma tal que pueda iniciar la sesión a tiempo y cubrir los contenidos de ese día.
Hay materias que requieren una mayor intervención en vivo, ya sea porque la fijación de los contenidos depende mucho de las habilidades del coach, o de una preferencia particular del instructor que necesita establecer un lazo más intenso con cada estudiante.
En este formato, una vez cubierta la parte de la sesión mediante una videoconferencia, el coach invita a sus alumnos a ver un material pregrabado que sirve de complemento a lo visto en vivo, material que el estudiante decidirá si lo ve de inmediato o en otro momento del día.
Esta modalidad es muy exigente para el coach, de modo que debe evaluar si lo requiere para todos sus cursos, o sólo para algunos de ellos.
4. Sesiones en vivo con material de apoyo pregrabado
Junto a la primera de las modalidades que hoy estamos examinando, ésta es una de las más utilizadas. Le da al coach la libertad para impartir todas las sesiones en vivo mediante videoconferencia, evaluar igualmente en vivo, y dejarle a los estudiantes todo el material de apoyo necesario pregrabado, así pueden complementar sus conocimiento y prepararse para las evaluaciones de la siguiente sesión.
Este es un formato de un tremendo nivel de exigencia para el coach, que debe ejecutar sesiones de videoconferencia durante toda la duración del curso. Suelen ser la más costosa que todas las modalidades que aquí se analizan, precisamente porque se tiene la dedicación exclusiva del coach en todas las sesiones.
Siempre debe el coach analizar todos los aspectos vinculados al curso para decidir si éste u otro formato es el más adecuado.
5. Todo el material pregrabado
La más cómoda de todas las opciones es la que ofrece todo el material de apoyo y las lecciones pregrabadas. En este caso, el estudiante puede tomar todas sus lecciones de acuerdo a su propio ritmo, hacer las tareas y tomar las evaluaciones cuando más le convenga, de modo que goza de una amplia libertad para la organización de su aprendizaje.
El coach, por su parte debe hacer un mayor esfuerzo en el diseño instruccional de su curso, pero a cambio de ese pequeño esfuerzo extra, puede disfrutar de más tiempo para preparar otros cursos o para descansar.
Como pueden ver, la opciones tienen cada una de ellas diferentes ventajas y niveles de exigencia, tanto para el instructor como para el estudiante. En todos los casos, el coach puede dejar siempre la puerta abierta para establecer consultas en vivo, vía videoconferencia, con sus estudiantes y de esa forma mantener un contacto estrecho con todos ellos.
Mucho es lo que se puede hacer en el mundo de la enseñanza en línea, y el Coaching Digital ya está, poco a poco, adentrándose en ese vasto mundo que de los entornos de enseñanza remotos.
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